miércoles, 22 de octubre de 2014

Mexico cuenta con una variedad de culturas por eso el objetivo de este blog es para reflejar las culturas que en el dieron origen a nuestra vida,algunas de ellas son:

 CULTURA CHICHIMECA
Los Chichimecas (Del Nahuatl Chīchīmēcah y a su vez de: -mecah terminación para grupos humanos y chīchī- 'perro', se traduce como: gente perro) fue el nombre con el que los aztecas nombraron a todos los pueblos indígenas ubicados al norte y este de su territorio, sin tomar en cuenta su filiación lingüística ni étnica.
Cerca del siglo XIII perros chichimecas invadieron la ciudad Tollan Xicototitlan, capital de los toltecas y a partir de este periodo comenzaron a moverse hacia el sur y establecerse hasta el valle de México. Los chichimecas que llegaron al valle de México fueron los que comandó Xólotl, los cuales posteriormente abandonarían su nomadismo para absorberse en la cultura mesoamericana sedentaria.
A la hora del contacto español, según Powell «las cuatro naciones principales de chichimecas eran los pames, guamares, zacatecos y guachichiles», éstos dos últimos a diferencia de los tecuexe, caxcanes, Tezol, cocas, Sauzas y Guaxabanes, tenían un grado cultural inferior, porque los demás tenían adoratorios y conocían la agricultura, aunque cabe resaltar que la mayoría de los chichimecas eran cazadores-recolectores y los que conocían la agricultura eran los que vivían cerca de ríos o en áreas donde había fuentes de agua, manantiales, ríos, etc.

Distribución geográfica

Los chichimecas se extendían al norte desde Querétaro hasta Saltillo y de Guadalajara hasta San Luis Potosí, vivían en comunidades sin delimitación fija, por lo que constantemente entraban en conflicto con otros grupos, principalmente a causa de los alimentos.
Generalmente tenían caciques, quien era el guerrero más valiente de la tribu; no tenían dioses relacionados con la fertilidad como las culturas mesoamericanas, comúnmente adoraban al sol, la luna y otros astros; su desarrollo con las artes fue relativamente escaso, esto se entiende debido a su “nomadismo”, el cual hacía que su nivel cultural fuera realmente pobre si lo comparamos con la de los pueblos de Mesoamérica.
Sin embargo, a pesar de ello, ciertos pueblos chichimecas lograron edificar templos-fortaleza, canchas de pelota, desarrollaron la cerámica, la pintura, los petroglifos, etc., todo ello en un medio desfavorable, en una zona árida donde las precipitaciones pluviales son escasas y donde el clima es cambiante según la altitud.

Pueblos chichimecas

Caxcanes

Eran los más numerosos y merodeaban por El Teúl, Tlaltenango, Juchipila, Teocaltiche, Nochistlán, Aguascalientes y Jalisco dentro de la tribu había un subgrupo llamado “los tezoles” Se cree que descienden de las 7 tribus que salieron de Aztlán hacía la tierra prometida por Huitzilopochtli; esto se conoce por la Crónica miscelánea del padre Antonio Tello, quien dice que los caxcanes tienen cierta similitud de lenguaje a la de los mexicas; hace referencia a que “los pueblos de caxcanes son gente que casi habla el lenguaje mexica y se precian de descender de los mexicas pero no hablan el lenguaje mexica tan culto y refinadamente como ellos”. También se piensa que a partir del colapso de la cultura de los Chalchihuites hubo un “desplazamiento hacia el sur de algunos elementos de los grupos que más tarde serían conocidos como caxcanes”; el significado de la palabra (caxcan) traducido al español es “no hay”, y este nombre se les quedó porque “cuando llegaron los españoles a esta provincia les preguntaban por comida u otras cosa, a lo que respondían en su lengua “¿de dónde lo he de tomar?” “¡no hay...!
Los caxcanes fueron conquistadores, pues a lo largo de su recorrido conquistaron y fundaron pueblos como Amecatl, Tuitlán, Juchipila, El Teul, nochistlán y Teocaltiche, “un centro de belicosos tecuexes que estaban aliados con sus vecinos los zacatecos y guachichiles para resistir la invasión”. Una de sus últimas guerras fue la ocasionada “por la comercialización de la sal (condimento) que involucró a una extensa zona y que se le conoce como la guerra regional de 1513”, después los mismos caxcanes intervendrían en la guerra contra los españoles, conocida como la guerra del Mixtón (diciembre de 1541).
Los caxcanes contaban con “un sistema de vida político social de nivel aldeano, con una aldea mayor a manera de cabecera, la cual tenía varios barrios más pequeños dependientes de ella”. A diferencia de otros grupos chichimecas, los caxcanes llegaron a alcanzar el sedentarismo, debido al contacto con otomíes y tarascos.

Guachichiles

Extensión de los Guachichiles.
Eran los más belicosos, merodeaban desde Saltillo hasta San Felipe (Torres Mochas). Su centro de operaciones fue el Tunal Grande, el cual, aparte de servirles como refugio, era una importante fuente de alimento. El nombre de guachichil (del náhuatl kwačīčīl-) significa 'cabezas [pintadas] de rojo'. Este nombre se les dio porque se pintaban la cabeza y el cuerpo de color rojo con el colorante de yerbas o de la misma tuna y de las minas de colorante encontradas en San Luis Potosí. También se adornaban el cabello con plumas de color rojo. Hay informes de canibalismo entre los guachichiles, esto lo dieron a conocer los zacatecos con quienes guerreaban constantemente; “estos afirman que los otros que son guachichiles comen carne humana y cuando los prenden en la guerra se los comen...”. Dentro de la misma tribu guachichil había subgrupos, unos eran llamados “los de Mazapil”, los de “las Salinas” y los que eran simplemente llamados “chichimecas”.

Guamares

Area de los Guamares.
Se concentraban en la región de Guanajuato y hacían incursiones hasta Aguascalientes y Lagos. “Eran los más valientes, más aguerridos, más traidores y más destructores, así como los más astutos”. Tenían subgrupos, unos eran los de la “Comanja de Jaso”, los llamados “chichimecas blancos” (por la blancura de su piel o por la blancura alcalina de las tierras donde habitaban), y los “copuces”.

Pames y Chichimecas-Jonaces

“Eran los menos belicosos de todas la naciones chichimecas”, esto se entiende porque se encontraban cerca de la ciudad de México y Querétaro; estaban influenciados por los otomíes en cuestiones religiosas y sociales. Algunas de las características de los pames son: “culto de ídolos; ofrendas de papel; ceremonias de plantación y cosecha, en que un jefe religioso rociaba las milpas con sangre de sus piernas (pantorrilla); templos (cues) en los cerros...”. Gonzalo de las Casas dice que la palabra “pame” significa “no” en su idioma, y se les dio dicho nombre porque lo decían muy frecuentemente. Los pames hablarían presuntamente una lengua otomangueana del grupo oto-pame.

Tecuexes

Se encontraban al este de la actual Guadalajara, se cree que provienen por la dispersión de grupos de Zacatecas probablemente de La Quemada; esto se supone porque en la zona que habitaban junto con los caxcanes se han encontrado vestigios arquitectónicos: en el cerro de Támara, en el Bolón, en Teocaltitán, en Corona, Cerrito y en algunos otros lugares que están al suroeste de Aguascalientes. Al igual que el grupo caxcán, los tecuexes alcanzaron el sedentarismo, sobre todo los que vivían en la parte sur de los estados de Aguascalientes y Jalisco; estos se establecían en los márgenes de los ríos, los cuales aprovechaban para cultivar frijol, calabaza, maíz, semilla de chía etc. Además, eran artesanos, carpinteros, canteros y petateros, pues Motolinía escribió:
en cualquier lugar... todos saben labrar una piedra, hacer una casa simple, torcer un cordel en una soga, y los otros oficios que no demanda sotiles instrumentos o mucho arte.

Zacatecos


Extensión de los Zacatecos.
Se extendían desde Zacatecas hasta Durango, «eran guerreros valientes y denodados, y célebres tiradores».1 Se distinguían de las demás naciones porque llevaban «medias calzas y vendas en la frente». Los primeros conquistadores de Zacatecas hacen referencia a que andaban desnudos, pero «con medias calzas de perro», de la rodilla al tobillo para defenderse de la aspereza de la vegetación. Cabe hacer mención que una de las características de los chichimecas fue la desnudez, aunque algunos se cubrían con pieles. También se clasifica a los zacatecos como “los mayores flecheros del mundo”, eran excelentes tiradores, “si apuntan al ojo y dan en la ceja, lo tienen por mal tiro”. Los cronistas españoles decían –aunque exageradamente–: “en una ocasión vi tirar a lo alto una naranja, y le tiraron tantas flechas, que habiéndola tenido en el aire mucho tiempo, cayó al cabo hecha minutísimos pedazos”. Algunos los consideran más civilizados que los guachichiles. Aunque no se sabe de cierto, se cree que su lenguaje perteneció a la familia lingüística uto-azteca.

Cocas

Habitaban en la antigüedad los alrededores del Lago de Chapala, son citados por Powell como un pueblo menor ya que no representaron problema para los españoles. Fundaron Chapala, Mezcala, Cocula, entre otros pueblos. Actualmente sobreviven únicamente en Mezcala.

Organización social

Economía

Los grupos chichimecas zacatecos y guachichiles no tenían un modo de vida agrícola y eran principalmente nómadas o seminómadas. Los que tenían asentamientos agrícolas e implantaron técnicas para desarrollarla fueron los tecuexes, caxcanes, pames y guamares. No se sabe con precisión cuando introdujeron la agricultura, aunque esta pudo deberse a los cambios acaecidos por la influencia de sus vecinos los otomíes y tarascos.
Para cultivar hacían primero corte de árboles, roza, siembra y desyerbe. Utilizaban utensilios como las hachas de garganta y las coas, tanto de metal como de pedermal, para cultivar chile, fríjol y maíz. Antes que introdujeran la agricultura subsistían de frutas silvestres y vegetales, comían tunas (de la cual hacían una especie de licor), semillas, raíces, el dátil y del mezquite «hacen de aquella fruta ciertos panes que guardan para entre año».
La caza también constituyó parte de su base alimenticia, pues comían conejos, ranas, peces, etc. El comercio se realizaba por medio de trueque, en el que se daba el intercambio de excedentes agrícolas, utensilios domésticos, caza, artesanías y alfarería. «Las operaciones las hacían en días de plaza en un lugar llamado tianquistli o plaza pública». El fraile Bernardino de Sahagún en Historia general de las cosas de la Nueva España menciona que los grupos del sur (caxcanes y tecuexes) hacían trueque con los otomíes, con quienes intercambiaban armas por excedentes agrícolas.

otras culturas son :

Cultura zapoteca

Extensión de la cultura zapoteca
La cultura zapoteca es la expresión precolombina del pueblo zapoteco, que históricamente ocupó el sur de Oaxaca, así como parte del sur del estado de Guerrero y parte del sur del estado de Puebla y el istmo de Tehuantepec (México). En la época precolombina, los zapotecas fueron una de las civilizaciones más importantes de Mesoamérica.

Origen

El nombre zapoteca proviene del náhuatl "Tzapotécatl", que significa pueblo del Zapote, originalmente este pueblo se autodenominaba "ben´zaa" o "vinizá" que significa en idioma zapoteco "gente de las nubes".1 Entre los mitos que existen se dice que son descendientes de la roca las arenas. Poco se sabe sobre el origen de los zapotecas. A diferencia de la mayoría de los indígenas de Mesoamérica, no tenían ninguna tradición o leyenda sobre su migración, sino que ellos creían que nacieron directamente de las nubes, tal y como si fueran hijos legítimos de los dioses. De ahí el nombre que ellos mismos se atribuían: be´neza (gente cielo).

Evidencia

Evidencia arqueológica indica que su cultura data desde hace 2500 años. Aproximadamente entre los siglos XV y XIV a. C., tuvo lugar el primer desarrollo urbano importante de la cultura zapoteca, con centro en San José Mogote. se desarrollaron en los años 500 a.C.-1000 d.C., durante el horizonte Preclásico, los zapotecos se establecieron en los valles centrales del actual estado de Oaxaca. Así, mientras Teotihuacan florecía en el centro de México y las ciudades mayas en el sureste, Monte Albán, centro ceremonial construido en lo alto de un cerro, era la ciudad más importante de la región oaxaqueña.
Los primeros zapotecas eran sedentarios, vivían en asentamientos agrícolas, adoraban un panteón de dioses encabezados por el dios de la lluvia, Cocijo -representado por un símbolo de la fertilidad que combinaba los símbolos de la tierra-jaguar y del cielo-serpiente, símbolos comunes en las culturas mesoamericanas. Una jerarquía de sacerdotes regulaba los ritos religiosos, que a veces incluyeron sacrificios humanos. Los zapotecas adoraban a sus antepasados y, creyendo en un mundo paradisiaco, desarrollaron el culto a los muertos. Ellos tenían un gran centro religioso en Mitla y una magnífica ciudad en Monte Albán, donde prosperó una civilización altamente desarrollada, posiblemente hace más de 2000 años. En el arte, la arquitectura, la escritura (jeroglíficos), las matemáticas, y la astrología (calendarios), los zapotecas parecen haber tenido afinidades culturales con los olmecas, los antiguos mayas, y más adelante con los toltecas.

Desarrollo cultural

Vaso zapoteca con figura humana de rasgos felínicos.
Dejaron evidencias arqueológicas en la antigua ciudad de Monte Albán; en forma de edificios, estadios para el juego de pelota, de tumbas magníficas y de valiosas mercancías, incluyendo la orfebrería. Monte Albán era la ciudad principal del hemisferio occidental y el centro de un estado zapoteca que dominó una gran parte de lo que ahora conocemos como el estado actual de Oaxaca.
Los zapotecas desarrollaron una agricultura muy variada. Ellos cultivaron varias especies de chile, frijoles, calabaza, cacao y, el más importante de todos: el maíz que a principios del periodo clásico daba sustento a numerosas aldeas. Para tener buenas cosechas rendían culto al sol, la lluvia, la tierra y el maíz.
Las mujeres y hombres del pueblo, que vivían en las aldeas, estaban obligados a entregar como tributo: maíz, guajolotes, miel y frijol. Además de agricultores los zapotecos destacaron como tejedores y alfareros. Son famosas las urnas funerarias zapotecas que eran vasijas de barro que se colocaban en las tumbas. Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel cultural y fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un sistema completo de escritura. Por medio de jeroglíficos y otros símbolos grabados en piedra o pintados en los edificios y tumbas, combinan la representación de ideas y sonidos.
Las grandes ciudades que construyeron los pueblos agrícolas de Mesoamérica, crecieron y estuvieron habitadas durante varios siglos. Sin embargo, entre los años 700 y 800 d. C., casi todas ellas fueron abandonadas. Primero en Teotihuacan, después en la zona maya y luego en Monte Albán. A pesar de eso, florecieron nuevos centros ceremoniales como Cacaxtla y El Tajín. Durante este periodo también subsistieron señoríos avanzados en el Altiplano, como los de Cholula y Xochicalco; y en los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro, se desarrollaron las culturas de Occidente.La mayor parte del tiempo, se dedicaban a la agricultura, que en ese tiempo era su única actividad.

Decadencia

Monte Albán dominó los valles hasta fines del Período Clásico mesoamericano y, al igual que otras ciudades mesoamericanas, entre los años 700 y 1200 d. C. terminó su esplendor; pese a ello, la cultura zapoteca continuó en los valles de Oaxaca, Tabasco y Veracruz.
Viniendo del norte, los mixtecas sustituyeron a los zapotecas en Monte Albán y posteriormente en Mitla; los zapotecas capturaron Tehuantepec de los zoques y los huaves del golfo de Tehuantepec. Para la mitad de siglo XV, los zapotecas y mixtecas lucharon para evitar que los aztecas ganaran el control de las rutas comerciales hacia Chiapas, Veracruz y Guatemala. Bajo el mando de su gran rey, Cosijoeza, los zapotecas soportaron un largo sitio en la montaña rocosa de Guiengola, manteniendo la vista sobre Tehuantepec, y manteniendo con éxito la autonomía política mediante una alianza con los aztecas hasta la llegada de los españoles.

Religión

Eran politeístas, eso quiere decir que tenían varios dioses. Su dios principal se llamaba Xipe Totec y se le conocía por tres nombres:
  • Totec: es el dios mayor, el que los regía.
  • Xipe: es el dios creador, aquel que hizo todo como es ahora.
  • Tlatlauhaqui: Dios del sol.
Otros de los dioses principales eran:
  • Pitao Cocijo: dios del trueno y de la lluvia.
  • Pitao Cozobi: Maíz tierno.
  • Coqui Xee: El increado.
  • Quetzalcóatl: dios de los vientos.
  • Xonaxi Quecuya: dios de los terremotos.
  • Coqui Bezelao: dios de los muertos.
  • Pitao Cozana: dios de los antepasados.
También tenían ciertas supersticiones, como el "tonal". Esta consistía en que cada vez que una madre esperaba una cría, el día del nacimiento se ponían cenizas en la choza donde vivía el recién nacido y al siguiente día la huella del animal que se formara sería el "tótem" del niño: aquel animal que lo representa y le da su personalidad.
Otra creencia llamada "nahualismo" consistía en que los magos oscuros aprovechaban su "tótem" y se convertían en animales para hacer maldades en la noche.
Dentro del pensamiento abstracto y ontológico del pueblo zapoteco encontramos en el vocablo "guenda" la noción total y absoluta, la más profunda y universal, la más abstracta y general que encontramos dentro del pensamiento de la cultura zapoteca.
  • Quetzalcóatl: dios de los vientos.
  • Xonaxi Quecuya: dios de los terremotos.

Calendarios

  • Yza: tenía 365 días agrupados en 18 meses. Utilizado para las cosechas, estaba organizado en 18 meses de 20 días cada uno, contaba al final con un periodo de cinco días.
  • Piye: tenía 260 días repartidos en 13 meses. Utilizado para ponerle nombre a los recién nacidos, estaba dividido en meses de 20 días.
El registro y medición del tiempo y la observación de los ciclos astronómicos, fueron realizados por los zapotecas desde épocas tempranas.

Cultura

Urna funeraria de cerámica pintada que representa a un personaje sentado. Cultura Zapoteca (fase Monte Albán III), Período Clásico Temprano y Medio (100–700 d.C.). México.
Monte Albán es un conjunto arquitectónico sagrado que se suma a las costumbres religiosas de los pueblos mesoamericanos. Fue construida con varias plataformas escalonadas como pirámides de diferentes alturas. Dentro de la misma se llevaban a cabo juegos de pelota. La diferencia de otros complejos es la inclusión de edificios dedicados, probablemente, al culto funerario. También figuran relieves labrados en losas de piedra representando individuos con deformidades en el cuerpo, conocidos como los danzantes.
Los códices mixteco-zapotecas permiten conocer la vida y costumbres de la región. Estos documentos fueron escritos en jeroglíficos y sobre piel de venado y fueron pintados con gran colorido. Además existen inscripciones epigráficas datadas entre el 400 a. C. y el 900 d. C.
En Mitla, otro lugar con testimonios de este pueblo, subsisten pinturas murales plasmadas sobre fondo rojo que representan el águila, los dioses nocturnos y a Cocijo. En Hierve el Agua, los zapotecas crearon un sistema de riego artificial único en Mesoamérica.
Los zapotecos desarrollaron un calendario y un sistema logofonético de escritura que utilizaba un carácter individual para representar cada sílaba del lenguaje. Este sistema de escritura es considerado como la base de otros sistemas de escritura mesoamericanos desarrollado por los olmecas, los mayas, los mixtecas y los aztecas. En la capital azteca de Tenochtitlán, habitaban artesanos zapotecas y mixtecas, cuyo desempeño era confeccionar joyería para los tlatoque o emperadores aztecas, entre ellos, el famoso Moctezuma.
Las relaciones con el imperio azteca en el centro de México se dieron desde mucho tiempo atrás, así como es atestiguado por las ruinas arqueológicas del vecindario zapoteca dentro de Teotihuacan y por una casa en Monte Albán. Otras ruinas precolombinas importantes incluyen Lambityeco, Dainzu, Mitla, Yagul, San José Mogote, y Zaachila. Los tehuanos (personas de Tehuantepec), se aliaron con los españoles, para luchar contra los juchitecos, de ahí que naciera un cierto odio entra las dos ciudades que aún hoy perdura.

Actualidad

En la actualidad, los Zapotecas consisten en dos grupos principales; el más grande está ubicado en los valles al sur de la sierra de Oaxaca y otro en el sur del istmo de Tehuantepec; también hay pequeños grupos en Veracruz, Guerrero y Chiapas. Juntos suman alrededor de 400 000. Las costumbres de vida de los Zapotecas, vestimenta, canciones, y literatura - aunque es predominantemente española, todavía conserva fuertes elementos de la herencia de sus ancestros, particularmente en Juchitán.
La región zapoteca se encuentra en la sierra, en los valles centrales y en el istmo. Desde un punto de vista lingüístico, el zapoteco forma parte de la familia oaxaqueña y se encuentra entre las lenguas indígenas con mayor número de hablantes en México. En la actualidad la familia de sus lenguas consiste en más de 15 idiomas que están en peligro de desuso.
El personaje de origen zapoteca más famoso de la era moderna fue el ex-presidente Benito Juárez, considerado por muchos como uno de los mejores presidentes de México. Entre los principales representantes de la literatura zapoteca se encuentran Andrés Henestrosa, Gabriel López Chiñas, Nazario Chacón Pineda y Macario Matus,Los lugares con los que colinda son: al norte valle de etla ,al oriente el valle de tlacolula y al sur con ocotlan


Cultura tolteca

Guerreros toltecas representados en las famosas estatuas de Tula llamadas atlantes.
La cultura tolteca es una cultura que habitó el Altiplano Central por el siglo X cuyos principales centros ceremoniales fueron: Huapalcalco en Tulancingo y la ciudad de Tollan-Xicocotitlan, localizada en lo que actualmente se conoce como Tula de Allende (estado de Hidalgo, México), célebre por sus singulares estatuas de piedra llamadas atlantes.

Etimología del nombre "Tolteca"

Tolteca es una palabra de origen náhuatl; en náhuatl los Toltecas eran llamados Tōltēcah (plural; singular: Tōltēcatl). Muy probablemente, Tōltēcatl significa Morador de Tula, desde Tōllān (Tula o Lugar de Tula) y Tēcatl (Morador de...)
Mapa de Mesoamérica y su relaciones con los toltecas durante el apogeo de esa cultura.

Período Posclásico

Durante este periodo los toltecas fueron el grupo dominante de un estado cuya influencia se extendía hasta el actual estado de Zacatecas, y al sureste en la península de Yucatán. La relación entre los toltecas y los mayas del período posclásico ha sido objeto de controversias. Mucho tiempo después de la caída de Teotihuacan, hacia el año 700, hubo en Mesoamérica varios siglos de tinieblas y confusión, cambió la índole de su civilización, las ciudades sin fortificaciones y gobernadas por élites religiosas se desmoronaron, y dieron lugar a ciudades guerreras y a religiones más belicosas.
Una de estas ciudades surge hacia el año 950, Tula, la capital de los Toltecas, donde en 1025 el rey Mitl sube al trono, llegando a controlar la guerra de sectas por la disputa del poder, que habían desatado Quetzalcóatl I y II en 947. Mitl fue sucedido por su viuda, Xiutlalt (Xiuhtlaltzin). La historia de los Toltecas comienza con una leyenda que los describe como una tribu Chichimeca que viene del norte, a principios del siglo X, conducida por un rey llamado Mixcóatl, y que se establece en Culhuacán. No se sabe con exactitud si Mixcoatl existió o fue sólo leyenda, pero su hijo Topiltzin vivió realmente, y es el primer personaje de carne y hueso que aparece en la Historia de México; en ese sentido, los toltecas (náhuatl: tōltēcah; '[maestros] constructores'), fueron los miembros de una cultura precolombina que dominó la mayor parte del centro de México entre los siglos X y XII. Su lengua, el náhuatl, también fue hablado por los aztecas. Mucho de lo que se conoce de los toltecas está vinculado a mitos.
Si bien es cierto que los toltecas tuvieron una gran influencia entre los mayas, no está comprobado que hubiera una presencia militar en la península de Yucatán. Ni viceversa, aunque algunos autores pensaron que Tula había sido fundada por mayas de Yucatán. Se puede hablar de una gran influencia comercial y político-religiosa de los toltecas en Chichén Itzá, influencia que se refleja básicamente en la arquitectura de muchas estructuras como son el Castillo, el Templo de los Guerreros (que muestra una fusión del estilo Puuc (seguramente influenciada por Uxmal) con diseño tolteca, así como en la presencia del llamado chac-mool típico de Tula. La incursión de Quetzalcóatl como deidad es otro elemento tolteca importante reflejado en Kukulkán entre los mayas: Tuvieron mucho talento para construir, y su influencia se extendió a gran parte de Mesoamérica en el período Posclásico. Entre los pueblos nahuas de la época de la conquista, la palabra tolteca significaba alguien sabio que dominaba las artes y artesanías. Y la palabra "toltequidad" equivalía a lo que llamaríamos, alta cultura.
En 1941 un grupo de antropólogos mexicanos designó a la ciudad de Tula, en el estado de Hidalgo, como Tollan, la mítica capital de los Toltecas, pero algunos arqueólogos, como Laurette Séjourné criticaron la decisión, señalando que después de varias etapas de excavación no se había revelado una ciudad suficiente para justificar la leyenda de los toltecas, señalando que el origen de Tollan y de la leyenda debería ubicarse en Teotihuacán, siendo el pueblo de Tula uno de los refugios de los sobrevivientes de Teotihuacán, que por ello se ostentaban como Toltecas.
El historiador mexicano Enrique Florescano, del Instituto Nacional de Antropología e Historia ha retomado esta interpretación, basándose en la mención de textos mayas anteriores a Tula, que se refieren a Teotihuacan como Tollan. Algunos afirman que la ciudad de Tula es un mapa de la traslación de Venus, es decir, de su recorrido alrededor del sol. Cerca de la ciudad está una montaña llamada Xicuco (Shicuco) que en náhuatl significa "ombligo".
Estos ciclos hacen referencias a las etapas de Quetzalcóatl para poder ser hombre – Dios, que representan las etapas de los humanos (en el catolicismo nacer – vida – resurrección). Esta cultura fue muy especial ya que en el traje de los Atlantes se encuentran representadas todas estas etapas, como el espejo negro que hace que Quetzalcóatl, vea sus errores para purificarse, otras pieza importante es el Chacmol, que representa al mismo Quetzalcóatl saliendo de la etapa del fuego escondido debajo de la tierra, representa entregando el mismo fuego a la superficie, que es cuando Venus no aparece en el horizonte y surge en el horizonte, se dice también que esta ciudad fue unas de las más difíciles de pasar al cristianismo, que Sahagún era el encargado de hacerlo, ya que tenían muy bien arraigado sus creencias, Sahagún aprovecho el significado de la montaña Xicuco y el Sol sobre la misma que era unas de las etapas de Quetzalcóatl surge como sol y Dios, esto Sahagún represento como un flor sobre para que los Toltecas asimilaran y pudiesen ser pasados al cristianismo.[cita requerida]
Esta ciudad fue envidiada por los Aztecas que a lo contrarios de los Toltecas tenían otra visión de Quetzalcóatl les había enseñado,esto provocó un desorden de ideas haciendo que pasaran a haber más sacrificios humanos que los Aztecas creían que era lo mejor, con la invasión de los españoles los Aztecas confundieron a Cortes como la resurrección de Quetzalcóatl esto provocó la anulación de guerreros sobre ellos quedando confundidos, también se dice en Tula (Tollan, ciudad de los Toltecas) se fueron a enterrar las galletas rancias que Cortes dio como intercambio del oro.[cita requerida]

Arte

Su arte en estatuas y relieves murales está muy ligado a la arquitectura. Representaban a sus dioses y personajes en esculturas de piedra, murales, cerámicas, pinturas y en trabajos de artesanía.

Arquitectura

Es indudable que los toltecas aportaron cambios importantes en cuanto a las normas arquitectónicas que existían en Mesoamérica en el siglo IX uno de ellos es el empleo de esculturas antropomorfas que sostenían con la cabeza el techo de una habitación, logrando así un gran espacio interior, como se aprecia en el templo de Tlahuizcalpantecuhtli El Señor del Alba.
Se estima que Tula albergó alrededor de 30 000 habitantes los cuales vivían en grandes complejos de una planta con techos planos básicamente de piedra y tierra y acabados en adobe. Excluyendo la zona ceremonial, el diseño de las zonas habitables de Tula reflejan una planta cuadriculada que definía claramente los diferentes barrios. De los elementos arquitectónicos más significativos destaca la pirámide B, con sus mal llamados atlantes, figuras de 4,6 m de altura que alguna vez sostuvieron el techo de un templo. Según los estudios, estos atlantes estaban decorados con mosaicos enjoyados y plumas. Restos de pintura indican que probablemente fueron pintados para representar al guerrero tolteca-chichimeca de Mixcóatl (padre de Quetzalcóatl) o al dios estrella de la mañana Tlahuizcalpantecuhtli; también construyeron columnas en forma de serpiente emplumada, con la cabeza al suelo y la cola hacia arriba, sosteniendo el dintel que formaba parte de la entrada a la gran habitación.
En el ámbito doméstico poseían tres distintos clases de conjuntos habitacionales, el grupo de casas, las unidades residenciales y las residencias palaciegas.

Economía

La economía se basaba en una agricultura de extensos campos de cultivo irrigados por complejos sistemas de canales, donde el maíz, el frijol y el amaranto eran el principal cultivo. Al igual que en otros estados mesoamericanos, el comercio jugaba un papel fundamental para la obtención de materias primas y bienes de lugares muy alejados.

Gastronomía

De acuerdo a investigaciones realizadas en Tepetitlán, área rural de Tula, Hidalgo, los especialistas Guadalupe Mastache y Robert Cobean descubrieron que el amaranto fue esencial en la alimentación de la cultura Tolteca, ya que evitó que estas tribus pasaran hambrunas durante las épocas de sequías. Actualmente el amaranto produce "alegrías", mezcla de este producto con la miel, el cacahuate y las pasas; el amaranto, huautli o alegría, nombre con el que se le conoce en la actualidad, fue en época prehispánica un cultivo básico en diversas culturas del país, entre ellas la que se asentó en Tula, Hidalgo, como lo refieren evidencias arqueológicas y datos etno-históricos sobre su cultivo. Por su parte, Nadia Vélez Saldaña, arqueóloga especialista en paleobotánica y miembro del equipo de investigadores de la Zona Arqueológica de Tula, explicó que esta semilla no sólo fue importante para esta población de Hidalgo, sino también en toda Mesoamérica, debido a que era una planta fácil de cultivar, además de tener un alto grado de resistencia a las temporadas de secas y heladas:
El amaranto es más resistente, y crece en toda clase de terrenos abonados, por lo tanto, a falta del grano, el huautli era el que cubría las necesidades alimenticias de la población
Nadia Vélez Saldaña
Otra de las características del amaranto, es su posibilidad de almacenamiento en ollas de barro, por largos períodos de tiempo, sin descomponerse. Lo anterior asociado a su alto valor nutritivo, lo llevó, en ocasiones, a ser considerado el cultivo más importante de Tula, incluso sobre el maíz, de hecho, uno de los tributos que las provincias de Ajacuba y Jilotépec, entre las que quedaba comprendida Tula durante el Posclásico Tardío (entre el 1200 y el 1521), daban a la Triple Alianza ―además de maíz y frijol― era precisamente amaranto, lo cual indica que esta planta era un cultivo importante durante ese período; el amaranto no sólo fue utilizado como alimento, sino también como parte de las ofrendas y rituales; en este sentido, Vélez Saldaña mencionó que el uso del grano fue documentado por Sahagún y otros cronistas, quienes describen su utilización en algunas ceremonias donde se usaban figurillas hechas con amaranto aglutinando. Las figurillas rituales de huautli, eran elaboradas con la técnica que hoy en día se utiliza para fabricar los dulces de amaranto, relató la investigadora; tostaban el amaranto y después lo mezclaban con miel de maguey para obtener una masa maleable para formar las figuras antropomorfas de algunas deidades, que eran utilizadas en las ceremonias.
Finalmente, Vélez Saldaña señaló que, según parece, pudo haber sido su importancia ritual la causa de su prohibición a partir de la conquista, decreciendo su cultivo hasta casi desaparecer de algunas regiones, durante la época colonial.

Ubicación geográfica

Los toltecas fueron un pueblo nómada que también habrían incluido a los antepasados de los chichimecas. Los toltecas conquistaron la ciudad de Teotihuacan en el año 750 d.c aproximadamente y luego asentaron su población y su cultura. Ellos se establecieron en la meseta central (en la zona que ahora abarcan los Estados mexicanos de Tlaxcala, Hidalgo, México, Morelos y Puebla). Donde una casta militar reemplazaría a los religiosos en la administración formándose un gobierno militarista. Su capital, Tollan-Xicocotitlan, sería conquistada por los Chichimeca en el año 1168 d.c.

Organización política

La sociedad tolteca se dividió en dos clases:
  • El grupo privilegiado: Integrado por jerarcas, militares, funcionarios, el supremo gobernante y los sacerdotes, quienes estuvieron al servicio de la casta militar y se encargaban de atender el culto, los calendarios y la cuenta del tiempo. Los jefes guerreros subordinaron todas las actividades a sus intereses particulares; conquistaron grandes extensiones territoriales para formar un gran imperio cuyas fronteras fueron sólo superadas por los aztecas.
  • La clase servil: Integrada por los trabajadores agrícolas y artesanos: albañiles, alfareros, carpinteros, hilanderos, lapidarios, pintores y tejedores, entre otros.

Cultura mixteca

Cultura mixteca
Mixtecos.png
Ubicación del territorio mixteco en Mesoamérica
Datos
Cronología: 1500 a. C. - 1523 d. C.
Localización: Región Mixteca (México)
Cultura mixteca es un término que designa a una cultura arqueológica prehispánica, correspondiente a los antecesores del pueblo mixteco, que tuvo sus primeras manifestaciones en el Preclásico Medio mesoamericano (ss. XV-II a. C.) y concluyó con la conquista española en las primeras décadas del siglo XVI de la era cristiana. El territorio histórico de este pueblo es la zona conocida como La Mixteca (Ñuu Dzahui en mixteco antiguo), una región montañosa que se encuentra entre los actuales estados mexicanos de Puebla, Oaxaca y Guerrero.
La cronología de la cultura mixteca es una de las más extensas de Mesoamérica por su continuidad y antigüedad. Comienza como resultado de la diversificación cultural de los pueblos de habla otomangueana en el área de Oaxaca. Los mixtecos compartieron numerosos rasgos culturales con sus vecinos zapotecos. De hecho, ambos pueblos se denominan a sí mismos como «gente de la lluvia o de la nube». La evolución divergente de los mixtecos y los zapotecos, favorecida por el entorno ecológico, alentó la concentración urbana en las ciudades de San José Mogote y Monte Albán; mientras que en los valles de la sierra Mixteca la urbanización siguió un patrón de menores concentraciones humanas en numerosas poblaciones. Las relaciones entre mixtecos y zapotecos fueron constantes durante el Preclásico, cuando la Mixteca también se incorporó definitivamente a la red de relaciones panmesoamericanas. Algunos productos mixtecos se encuentran entre los objetos de lujo hallados en el área nuclear olmeca.
Durante el Clásico, el apogeo de Teotihuacan y Monte Albán fueron un elemento que estimuló el florecimiento de la región Ñuiñe (Mixteca Baja).1 En ciudades como Cerro de las Minas se han encontrado estelas que muestran un estilo de escritura que combina elementos de la escritura de Monte Albán y de Teotihuacan. La influencia de los zapotecos se observa en las numerosas urnas halladas en los sitios de la Mixteca Baja, que representan casi siempre al dios viejo del fuego. En ese mismo contexto, la Mixteca Alta vio el colapso de Yucunundahua (Huamelulpan), y la balcanización de la zona. La concentración del poder en Ñuiñe fue causa de conflictos entre las ciudades de la región y los estados de la Mixteca Alta, lo que explica la fortificación de las ciudades ñuiñe. El ocaso de la cultura ñuiñe coincide con el de Teotihuacan y Monte Albán. Al terminar el Clásico mesoamericano (ss. VII y VIII) muchos elementos de la cultura clásica de la Mixteca Baja cayeron en desuso y fueron olvidados.
A partir del siglo X se dan las condiciones que permitieron el florecimiento de la cultura mixteca. El temperamento político de Ocho Venado lo condujo a consolidar la presencia mixteca en La Costa. Allí fundó el reino de Tututepec (Yucudzáa) y después emprendió una campaña militar para unificar numerosos estados bajo su poder, entre ellos sitios tan importantes como Tilantongo (Ñuu Tnoo Huahi Andehui). Esto no habría sido posible sin la alianza con Cuatro Jaguar, señor de filiación nahua-tolteca que gobernaba Ñuu Cohyo (Tollan-Chollollan). El reinado de Ocho Venado concluyó con su asesinato a manos del hijo de una noble señora que a su vez fue asesinada por el propio Ocho Venado. Durante todo el Posclásico se intensificó la red de alianzas dinásticas entre los estados mixtecos y zapotecos, aunque paradójicamente aumentó la rivalidad entre ambos pueblos. Sin embargo, actuaron en conjunto para defenderse de las incursiones mexicas. México-Tenochtitlan y sus aliados se alzarían con la victoria sobre estados tan poderosos como Coixtlahuaca (Yodzo Coo), que fue incorporado como provincia tributaria del Imperio azteca. Sin embargo, Yucudzáa (Tututepec) mantuvo su independencia y ayudó a los zapotecos a resistir en el istmo de Tehuantepec. Cuando los españoles llegaron a La Mixteca, muchos señores se sometieron voluntariamente como vasallos de España y conservaron algunos privilegios. Otros señoríos intentaron resistir, pero fueron vencidos militarmente.
De acuerdo con su mitología, los mixtecos eran descendientes de los hijos del árbol de Apoala. Uno de estos hijos venció al Sol y ganó la tierra para el pueblo mixteco. La divinidad principal de los mixtecos en la época prehispánica era Dzahui, dios de la lluvia y patrono de la nación mixteca. Otra divinidad de gran importancia era Nueve Viento-Coo Dzahui, héroe civilizador que les entregó el conocimiento de la agricultura y la civilización. La historia y la mitología de los mixtecos prehispánicos se conserva en varios códices, algunos originales de la época prehispánica. En estos códices los mixtecos también dieron muestra de sus habilidades en las artes menores como el tallado en madera y en hueso, la textilería y el arte plumario. Además fueron consumados orfebres y alfareros, como muestran las varias piezas que se conservan en varios museos alrededor del mundo.

La Mixteca

Paisaje de la Mixteca, cerca de Nativitas Monte Verde (Oaxaca)
Paisaje del valle de Acatlán, cerca de San Jerónimo Xayacatlán (Mixteca Baja Poblana).
El territorio histórico de los mixtecos se localiza en el sur de México. Con una superficie superior a los 40 000 km², La Mixteca —como se le conoce en la actualidad— ocupa el sur de Puebla, el este de Guerrero y el poniente de Oaxaca. La Mixteca fue llamada Mixtecapan por los mexicas, vocablo que significa en náhuatl País de los mixtecos. En la lengua mixteca antigua, el país recibió el nombre de Ñuu Dzahui, que Janssen y Pérez Jiménez traducen como País de la Lluvia.2
Los mixtecos nunca formaron una unidad política que integrara a todos los poblados ocupados por miembros de ese pueblo, aunque bajo el gobierno de Ocho Venado en Tilantongo se conformó la mayor unidad política que conociera esa nación precolombina. El territorio mixteco es muy diverso desde el punto de vista geográfico, aunque lo unifica la presencia de grandes cadenas montañosas como la propia Sierra Mixteca o el Eje Neovolcánico. Sin embargo, como observa Dahlgren, sus límites no son precisos, puesto que su definición varía de acuerdo con el enfoque que se adopte.3 Desde el punto de vista cultural, La Mixteca es el territorio donde habitan todos los pueblos que han sido denominados mixtecos en diversas fuentes, aunque esta delimitación no deja de presentar ambigüedades en tanto que los pueblos mixtecos pudieron convivir con comunidades de otro origen étnico, aunque emparentadas lingüística y culturalmente.4 La delimitación tentativa propuesta por González Leyva indica que...
El lindero oeste de la Mixteca se inicia en la costa del Pacífico, en Coahuitlán. De ahí, en línea recta, se dirige a los pueblos de Ometepec e Igualapa (Guerrero), prosigue y alcanza el río Atoyac de Puebla. Continúa por él hasta Tuzantlán (Puebla) —al noroeste de Acatlán, Puebla. Desde aquí, en dirección oriente, los confines tocan los cerros Largo, Palos Blancos, Pila y Gordo. En éste nace el río Gavilán, cuyo cauce pasa por la localidad de Zapotitlán (Puebla), avanza por las faldas del cerro Miahuatepec, se encuentra con el río Zapotitlán y, cerca de Coxcatlán (Puebla), se une al río Salado. Su ribera llega a Quiotepec (Oaxaca), se prolonga a Cuicatlán, descarga en el río Grande y atraviesa el cañón de Tomellín. El río toma el nombre de éste, reinicia su trayecto en sentido sur, cambia su denominación por la de San Antonio, para concluir en el cerro Camote. De este sitio, la frontera, otra vez en línea recta, corre a San Francisco Telixtlahuaca y Huitzio (sic) (Oaxaca); se mueve por las escabrosas barrancas de La Culebra y Las Lomas de Alas, y roza los pueblos de Huitepec, Totomachapa y Teojomulco. Se encamina hacia los cerros Chinche y La Rana, los rebasa, cruza Mixtepec; se vuelve al oeste con rumbo a Manialtepec, choca con esta población, reanuda su marcha y finaliza en el Pacífico.5
De acuerdo con sus características se suele dividir en varias regiones cuyos límites son igualmente imprecisos. A pesar de ello, la subdivisión interna de la región es un tema que cuenta con popularidad entre los especialistas.6 Desde la época colonial se hacía una distinción entre las distintas zonas que componían La Mixteca. La más simple la dividía en Mixteca Alta, correspondiente a la sierra Mixteca, y Mixteca Baja, que abarcaba las tierras ubicadas en el piemonte de la sierra Madre del Sur. Antonio de los Reyes indica en su Arte en lengua mixteca que La Mixteca se divide en seis regiones: la que habitaban los chochos, la oriental que lindaba con Los Valles, la Mixteca Alta o Ñudzavuiñuhu, la Mixteca Baja o Ñuiñe, la región de la sierra de Putla o Ñuñuma, y Nuñdaa, Ñundevi o Ñuñama en la llanura de la costa del Pacífico.7
La Mixteca Alta es la zona que ocupan los valles intermontanos de Tlaxiaco, Nochixtlán, Putla y Coixtlahuaca, enclavados en las estribaciones de la Sierra Mixteca, una zona sumamente montañosa que constituye el punto en el que se aproximan la Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcánico. El clima de esta región va de templado a frío, y es relativamente más húmedo que en el resto de las Mixtecas. En la Mixteca Alta nacen varios ríos que son afluentes de cuencas tan importantes como la del río Balsas y el Atoyac.
Al norte de la Mixteca Alta se encuentra la Mixteca Baja, que comprende varios municipios del noroeste de Oaxaca y el sur de Puebla. La Mixteca Baja se encuentra a menor altitud que la Mixteca Alta, puesto que la altitud del terreno difícilmente supera los 2000 msnm. Debido a esta característica, la Mixteca Baja es más caliente y seca que el resto del territorio mixteco, razón por la que fue llamada ñuiñe (en idioma mixteco: Ñuuniñei, ‘Tierra caliente’)?. La mayor parte de la Mixteca Baja forma parte de la cuenca del río Balsas, que recibe las aguas de los ríos Atoyac, Acatlán, el Mixteco y otros varios. El clima es típicamente el correspondiente a la selva baja caducifolia, ecosistema que se caracteriza por una combinación de vegetación xerófita con otras especies que crecen periódicamente en temporada de lluvia (que en la región abarca los meses de verano y otoño).

El origen mítico de los mixtecos

En el año y en el día
de la oscuridad y tinieblas,
antes que hubiese días ni años,
estando el mundo en gran oscuridad,
que todo era un caos y confusión,
estaba la tierra cubierta de agua:
sólo había limo y lama
sobre la faz de la tierra.
En aquel tiempo… apareció visiblemente
un Dios que tuvo por nombre Un Ciervo
y por sobrenombre Culebra de León,
y una Diosa muy linda y hermosa,
que su nombre fue Un Ciervo,
y por sobrenombre Culebra de Tigre…”8
Lámina 37 del Codex Vindobonensis Mexicanus I. La escena central representa, supuestamente, el origen de los mixtecos a partir de un árbol que engendró a los ancestros de este pueblo.
La mitología mixteca comparte muchos elementos con el resto de las tradiciones mesoamericanas. Al igual que en el caso de los mexicas o los mayas, los mixtecos también creían que vivían en la «era» de un Quinto Sol y que, antes de su tiempo, el mundo había pasado por una serie de creaciones y destrucciones. En el principio, la tierra era un caos, en el que todo se hallaba confundido. Los espíritus de las fuerzas creadoras volaban en el aire. Se conocen por sus nombres calendáricos, asentados en los códices producidos por este pueblo. Estos espíritus eran Uno Venado-Serpiente de Jaguar y Uno Venado-Serpiente de Puma. Son los correspondientes mixtecos de Ometecuhtli y Omecíhuatl, los Señores Dos, que representan el principio dual de todo el universo. En el mito mixteco, estas dos divinidades separan la luz de la oscuridad, la tierra del agua, el arriba del abajo, y crean a los cuatro dioses creadores que habrían de dar nacimiento a los otros y a la humanidad, que fue creada a base de maíz.
Cuenta la leyenda que uno de los cuatro hijos de la pareja primigenia hizo un agujero en un árbol que se encontraba en las nubes y copuló con él. Se identifica a este personaje con el nombre calendárico Nueve Viento, uno de los nombres de la Serpiente Emplumada. De este modo, el árbol quedó fecundado, y alumbró al poco tiempo. De él nació un hombre que habría de retar al sol, señor de la Mixteca, en un duelo a muerte. El mito del Flechador del Sol relata que este personaje disparó sus flechas contra el astro, mientras el sol le combatía con sus rayos. Así pasaron hasta el atardecer, en que el sol cayó herido de muerte (y esta sería la explicación del color encarnado de los atardeceres) y se ocultó tras las montañas.9 Como el Flechador del Sol temía que el astro renaciera y reclamara sus antiguos terrenos, trajo a la gente y los hizo asentarse en la tierra que había ganado, y los apresuró a cultivar las milpas de maíz en esa misma noche. De esta suerte, cuando el Sol renació al día siguiente, nada pudo hacer, y de esta manera, los mixtecos se convirtieron en dueños de la región por derecho divino y militar.

Historia

Los mixtecos son uno de los pueblos más antiguos de Mesoamérica. Su lengua pertenece al grupo de lenguas mixtecanas, emparentadas con el zapoteco y el otomí. Existen indicios de ocupación humana en la Mixteca desde el quinto milenio antes de la era cristiana; sin embargo, sólo después del desarrollo de la agricultura en Mesoamérica inició el proceso que dio origen a la cultura mixteca prehispánica. Alrededor del tercer milenio antes de la era cristiana aparecieron los primeros poblados agrícolas en la región, cuya economía estaba basada en los cuatro cultivos básicos mesoamericanos: el chile, el maíz, el frijol y la calabaza. Dos mil años más tarde, en pleno período Preclásico Medio, la Mixteca fue el escenario de una revolución urbana, donde los núcleos de población crecieron y se integraron en la amplia red de intercambios que unió a los pueblos mesoamericanos. Como la mayor parte de las sociedades mesoamericanas, los mixtecos no formaron una unidad política en la época prehispánica, sino que estaban organizados en pequeños Estados compuestos por varias poblaciones enlazadas por relaciones jerárquicas.
La historia de la Mixteca en el Preclásico y el Clásico es poco conocida, sobre todo en relación con otros pueblos mesoamericanos contemporáneos o con la época de florecimiento de la Mixteca, correspondiente al Posclásico. En esa época ocurrió la emergencia del expansionismo de Tututepec, una ciudad fundada por Ocho Venado que llegó a dominar un amplio territorio entre la Mixteca de la Costa y la Mixteca Alta, al tiempo que estableció una serie de alianzas con algunos Estados del centro de Mesoamérica. Salvo casos aislados, como el de Tututepec, la mayor parte de la Mixteca fue ocupada de modo pacífico por los españoles a partir de la segunda década del siglo XVI.

Período Preclásico

Principales poblaciones de la Mixteca en el Preclásico (puntos azules) y ubicación de otros sitios contemporáneos (puntos negros)
Cerámica Rojo sobre Bayo de la Mixteca Alta. Período Preclásico Medio. Colección del MNA.
En la Mixteca, las primeras poblaciones sedentarias comenzaron a aparecer a partir del siglo XVI antes de la era cristiana. Esta etapa de la historia del pueblo mixteco corresponde con la Fase Cruz en la Mixteca Alta, las fases Pre-Ñudée y Ñudée en la Mixteca Baja y la fase Charco en la Costa. El desarrollo de estas primeras aldeas agrícolas en la región fue contemporáneo al que estaba ocurriendo en otras zonas de Mesoamérica, como el centro de México, los valles Centrales de Oaxaca y la costa del golfo de México. Sin embargo, las comunidades mixtecas del periodo Formativo nunca alcanzaron las dimensiones de las poblaciones protourbanas de los Valles Centrales, como San José Mogote y Monte Albán. El patrón de asentamiento de los mixtecos en aquellos años consistía en pequeñas comunidades dedicadas a una agricultura incipiente, aunque existe evidencia de su incorporación en la red de intercambios internacionales de Mesoamérica.
Un ejemplo de esta vinculación a otras sociedades mesoamericanas es la influencia del estilo olmeca en la cerámica de la Mixteca Alta. En sitios como Huamelulpan y Tayata se han encontrado figurillas que poseen características iconográficas olmecas, estilo ampliamente difundido en casi toda Mesoamérica durante el primer milenio antes de la era cristiana.10 Por otra parte, en el área nuclear olmeca se han encontrado objetos de cerámica Rojo sobre Bayo que fueron producidas indudablemente en la región de Tayata, de acuerdo con los estudios que se han realizado sobre la composición química de esos materiales arqueológicos.11 Durante el período de formación de los rasgos culturales de los mixtecos, la estratificación social era incipiente, como muestran las pocas diferencias que se han encontrado en los restos de las viviendas correspondientes a esos tiempos. Por otra parte, la función de las edificaciones tampoco estaba claramente diferenciada.
Hacia el final del Preclásico Medio —época en que Mesoamérica vio el florecimiento del estilo olmeca, de gran difusión en el área— en la Mixteca Alta comenzaron a aparecer algunas poblaciones que albergaron en su época de apogeo a varios miles de personas. Entre ellas se encontraban Monte Negro y Huamelulpan, situada la primera cerca de Tilantongo, que varios cientos de años después sería la cabecera de uno de los Estados mixtecos más poderosos; y la segunda, en la zona de Tlaxiaco. Por otro lado, en la Mixteca Baja la población de Cerro de las Minas comenzó a florecer en el valle del río Mixteco. En esta época, que abarca aproximadamente del siglo V a. C. al siglo II d. C., las sociedades mixtecas vivían un proceso de diferenciación social que se refleja en la aparición de algunas edificaciones de carácter público en poblaciones como Yucuita, Etlatongo, Tayata y Huamelulpan en la Mixteca Alta; y Cerro de las Minas y Huajuapan en la Mixteca Baja.10 La estratificación cada vez más definida de las poblaciones mixtecas de esta época son el reflejo del proceso que dio lugar al nacimiento de los primeros Estados en la zona a partir de las sociedades de jefatura. La estructura política al final de la fase Cruz Tardía en la Mixteca Alta estaba constituida por una serie de Estados que dominaban pequeños territorios donde existieron numerosas poblaciones organizadas de modo jerárquico. La jerarquía de las poblaciones ha sido observada en la cantidad de monumentos arquitectónicos que albergaba cada localidad, lo que ha permitido inferir el tipo de relaciones que había entre el centro de relevancia regional y los pueblos de segunda línea. Un caso bien conocido es el de Huamelulpan, cuyo rápido crecimiento relegó a Tayata —que fue una de las mayores poblaciones mixtecas del Preclásico Medio— a una segunda posición, provocando la contracción poblacional y el cese de las obras arquitectónicas en Tayata hacia el siglo III a. C..12
La revolución urbana en la Mixteca fue contemporánea del proceso que llevó a la formación del estado zapoteco encabezado por Monte Albán. Las poblaciones zapotecas de Los Valles que emergieron en el Preclásico Medio tenían dimensiones comparables con las poblaciones mixtecas de la sierra. Sin embargo, la historia de Monte Albán marcaría varias diferencias con los señoríos mixtecos, entre ellos las dimensiones espaciales bajo el dominio estatal. En la Mixteca, los estados dominaban pequeños territorios que en ocasiones no rebasaban los cien kilómetros cuadrados de superficie. En contraste, Monte Albán ocupó un territorio mucho mayor y emprendió tempranamente una campaña expansionista que le llevó a ocupar la Cañada de Cuicatlán y algunas regiones de la sierra de Juárez. La influencia de Monte Albán en la Mixteca durante el Preclásico es evidente: en varias localidades de la Mixteca Alta aparecen producciones cerámicas con características similares a las de la cerámica zapoteca de Los Valles: Huamelulpan producía urnas que guardaban cierta semejanza con las producidas en Monte Albán, y en esa misma región se han encontrado inscripciones en el sistema zapoteco de escritura. Sin embargo, no existe evidencia de que Monte Albán haya dominado políticamente la Mixteca, por lo que resulta plausible que estas influencias sean reflejo de un solo proceso cultural que dio origen a ambas civilizaciones.13

Período Clásico

Yacimientos arqueológicos del Clásico en la Mixteca. Los puntos rojos indican los sitios con evidencia ñuiñe, los puntos azules representan otros asentamientos en la región.
Vasija de cerámica procedente de Cerro de las Minas. Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México.
En la Mixteca Baja se desarrolló un sistema de escritura muy parecido al zapoteco, llamado ñuiñe. El sistema cayó en desuso al final del Clásico, cuando también desapareció el estilo artístico homónimo. En la imagen, estela de Huajuapan de León, período Clásico. Colección del MNA.
En Mesoamérica, el Período Clásico abarca aproximadamente el lapso de tiempo comprendido entre los siglos I y VIII/IX, con algunas variaciones según la historia local de cada área cultural. En toda Mesoamérica aparecen ciudades de dimensiones y poblaciones considerables, con una clara especialización en el uso del espacio y una diferenciación social que se refleja en las características diversas de los restos de las construcciones. La influencia cultural teotihuacana se hace sentir en toda la región, aunque sólo en algunas localidades se ha probado la dominación política y militar de esta metrópoli. Los lazos comerciales se hicieron más fuertes entre los distintos pueblos, ya de por sí especializados en la producción de ciertos bienes de subsistencia y de uso suntuario.14
Al igual que ocurre con el período Preclásico, la historia del pueblo mixteco en esta fase de urbanización y emergencia de los grandes Estados en Mesoamérica es poco conocida. El período Clásico en la Mixteca está marcado por un proceso de sustitución de los centros del poder político en toda la región. Algunas características de los Estados mixtecos del Preclásico fueron heredadas a sus sucesores, entre ellos la fragmentación del control sobre el territorio entre numerosas poblaciones organizadas de manera jerárquica. En la Mixteca Alta, Yucuita fue reemplazada por Yucuñudahui como sede del poder político en el valle de Nochixtlán; en otras zonas de la Mixteca Alta, como el valle de Huamelulpan, no ocurrió este reemplazo, y Huamelulpan, que fuera una de las principales poblaciones durante la fase Ramos Tardía, se colapsó y perdió una parte importante de su población, aunque la ocupación de la ciudad fue continua hasta el Posclásico. En toda la Mixteca Alta, la densidad de población aumentó, lo que provocó la aparición de nuevas localidades urbanas en los valles y montañas de la zona. Entre estas se encuentran Monte Negro, Diquiyú, Cerro Jazmín en el centro; y la cuenca del río Poblano en el valle de Coixtlahuaca.15
Aunque durante el período Preclásico el proceso de urbanización en la Mixteca y Los Valles tuvo características similares, para el período Clásico la situación es diferente. En algunos trabajos se quiere ver en Yucuñudahui un homólogo mixteco de Monte Albán.16 Sin embargo, a diferencia de la sociedad zapoteca, con una sola capital en Monte Albán; los mixtecos estaban organizados en pequeñas ciudades estado que pocas veces rebasaron los doce mil habitantes. De acuerdo con Spores, Yucuñudahui sólo fue uno de los muchos estados que tuvieron su sede en el valle de Nochixtlán.17 Por otro lado, en algunos casos la densidad de población en la Mixteca era mayor que en los valles, como demuestra el estudio de los patrones de asentamiento en la Mixteca Alta.18 Durante el Clásico mixteco aparecen muestras de una sociedad claramente estratificada y se consolidan los rasgos característicos de la religión mixteca, entre ellos, el del culto a la lluvia y el relámpago, condensados en la divinización de Dzahui.
Por otro lado, en la Mixteca Baja apareció un complejo cultural de características propias que se difundió por esa zona y el oriente del actual estado de Guerrero. El principal centro de esta cultura —que Paddock llamó ñuiñe para diferenciarla de la cultura mixteca19 — fue Cerro de las Minas (al norte de Huajuapan de León), población cuyos inicios se remontan al Preclásico Tardío, pero cuyo florecimiento ocurrió a partir del segundo siglo de la era cristiana. Cerro de las Minas posee características urbanas similares a las ciudades de la Mixteca Alta. Fue construida en torno a un conjunto de varias plazas pequeñas alrededor de las cuales se distribuía el resto de la población —y es esta una de las diferencias del urbanismo mixteco en comparación con otros pueblos mesoamericanas cuyas ciudades se organizaban en torno a una sola y gran plaza principal—. El espacio sobre el que se construyó fue modificado mediante la construcción de terrazas, llamadas coo yuu (lama-bordo), por lo que la ciudad cuenta con numerosas escalinatas. Cerro de las Minas fue embellecida con numerosos relieves que contienen inscripciones en un sistema de escritura poco conocido hasta la fecha, llamado ñuiñe. Las similitudes entre estas inscripciones y las de las estelas zapotecas de Monte Albán sugieren una relación muy fuerte entre Los Valles y la Mixteca Baja durante el Clásico.
Otros sitios en los que se han encontrado vestigios de la cultura ñuiñe en la Mixteca Baja son San Pedro y San Pablo Tequixtepec, la cueva de Tonalá y el Puente Colosal en Oaxaca; Acatlán de Osorio, Hermengildo Galeana y San Pablo Anicano (Puebla);20 y en numerosos sitios de La Montaña de Guerrero, como Copanatoyac, Malinaltepec, Zoyatlán, Metlatónoc y Huamuxtitlán.21 En muchos casos se trata de muestras de cerámica de características similares a la producida en Cerro de las Minas: fragmentos de vasijas con escasa o nula decoración, confeccionadas con una pasta de color anaranjado parduzco cuya composición es similar a la cerámica Anaranjado Delgado producida en Ixcaquixtla (Puebla), en la frontera norte de la Mixteca Baja. Otros elementos característicos de la cultura ñuiñe son las llamadas cabecitas colosales, pequeñas esculturas de piedra que representan cabezas antropomorfas —algunas de las cuales son objeto de culto por parte de las comunidades indígenas de la Mixteca guerrerense—; así como ciertas urnas que representan al dios del fuego y a una versión local de Dzahui, cuyas características eran similares a las efigies contemporáneas de Pitao Cocijo producidas por los zapotecos de Los Valles.
Durante el período Clásico, la Mixteca Baja fue sede de los principales centros políticos de la Mixteca. El relevo de los estados de la Mixteca Alta parece haber implicado una serie de eventos que desestabilizaron políticamente a la región, de modo que una de las principales características de las ciudades en Ñuiñe es su ubicación en puntos estratégicos que facilitaban su defensa. Del mismo modo que Huamelulpan y sus satélites durante el Preclásico Tardío;22 Cerro de las Minas, Diquiyú y otras ciudades de la Mixteca Baja contaban con fortificaciones y sus edificios administrativos y religiosos fueron construidos en las laderas de los cerros, mientras que las zonas habitables se levantaron en zonas de acceso relativamente más fácil.23 La guerra en la Mixteca Baja durante el Clásico pudo haber sido ocasionada no sólo por la competencia entre los estados de la región, también es probable que la rivalidad con los zapotecos de Los Valles haya sido motivo de conflictos en la zona de to. A ello se le debe sumar que la actividad bélica también podría haber estado relacionada con el ritualismo de los sacrificios humanos y el juego de pelota.24
Hacia el siglo VII de la era cristiana, la mayor parte de los pueblos mesoamericanos se enfrentaron a graves crisis que llevaron al declive a varios de los Estados más poderosos, entre ellos Teotihuacan y Monte Albán. Los Estados mixtecos también se enfrentaron a estas perturbaciones generalizadas. En la Mixteca Baja, la cultura ñuiñe desapareció hacia el final del período Clásico y varias de las ciudades más importantes fueron parcial o completamente abandonadas, tanto en la Mixteca Baja como en la Mixteca Alta. Sin embargo, no fueron pocas las ciudades que como Cerro Jazmín y Tilantongo tuvieron una ocupación continua en la transición del Clásico y el Posclásico.
Dintel de Cerro de las Minas en Oaxaca. Cultura ñuiñe, período Clásico (ss. II-VII/VIII d. C.). MNA.

Período Posclásico

Sitios de la Mixteca en el Posclásico mesoamericano.
Los relieves de estuco en la Tumba 1 de Zaachila (Los Valles, Oaxaca) tienen una notable influencia del arte mixteco. Es probable que la tumba pertenezca a un personaje cuyo nombre está registrado en el Códice Nuttall. Tumba 1 de Zaachila, Valles Centrales de Oaxaca, Posclásico Tardío.
El Posclásico es, con diferencia, el período mejor conocido de la historia mixteca prehispánica, gracias a la conservación de la historia oral en documentos coloniales, pero también a los códices que sobrevivieron a la destrucción y al tiempo posterior a la llegada de los españoles a la Mixteca. En Mesoamérica, el posclásico está marcado por el florecimiento de los Estados militaristas. Ello no quiere decir que las sociedades de las etapas anteriores hubiesen desconocido la guerra, pues las ciudades-Estado de la Mixteca estaban protegidas por muros desde el primer milenio antes de la era cristiana. Lo que ocurre es que en este período, la actividad militar parece haber cobrado una importancia mayor, como demuestra la proliferación de la parafernalia asociada con la guerra y el culto a las divinidades guerreras en toda la región.25
Para el final del siglo VIII, el estilo ñuiñe comenzaba a declinar en la Mixteca Baja, hasta que fue suplido paulatinamente por el estilo iconográfico propio de los códices mixtecos. La aparición de un nuevo estilo artístico, acompañado de otros cambios culturales como el arraigo de la veneración a la Serpiente Emplumada y la construcción de alianzas interétnicas no es privativo de los mixtecos del Posclásico Temprano y tiene sus antecedentes en los cambios políticos y sociales del final del Clásico en el centro de México.26 En toda la Mixteca la población comenzó a aumentar dramáticamente, aunque los cambios demográficos más importantes tienen lugar en la Mixteca Alta. De acuerdo con las investigaciones arqueológicas, en la Mixteca Alta el número de localidades correspondientes a la fase Natividad (siglo X-XVI d. C.) se duplicó con respecto a los existentes en la fase anterior, es decir, la fase Las Flores. De la misma manera, la superficie ocupada por estas localidades se incrementó de modo importante, alcanzando las 10 mil 450 hectáreas de superficie urbana.27 Estas poblaciones estaban organizadas en pequeños Estados hostiles entre sí, encabezados cada uno por una ciudad de primera importancia que regía sobre otros poblados sujetos a su autoridad. La construcción de una estructura jerárquica en las relaciones entre las cabeceras de los señoríos mixtecos —llamadas ñuu— y sus satélites —llamados siqui— es constante en la historia mixteca, aunque en este período se acentúa debido al aumento de la población y a las estrategias políticas de las élites gobernantes.28
A partir del Posclásico, los mixtecos tuvieron contactos más amplios con otros pueblos de lo que hoy es Oaxaca, incluso a pesar de las diferencias lingüísticas y étnicas. Es especial el caso de las relaciones entre mixtecos y zapotecos, presente en épocas anteriores pero ahora más intensa. Estas relaciones no eran solamente resultado de su vecindad en la misma región, tenían propósitos económicos y políticos. Se ha documentado la existencia de una densa red de alianzas matrimoniales a nivel de las élites mixtecas y zapotecas. Por ejemplo, en el Códice Nuttall se da cuenta del casamiento de Tres Lagarto con una noble zapoteca de Zaachila, de cuyo matrimonio nació Cocijoeza, futuro señor de esa ciudad que forjó un ejército combinado de mixtecos y zapotecos y emprendió una campaña expansionista en los Valles Centrales de Oaxaca.29 Son numerosas las ciudades de Los Valles que muestran indicios de la presencia mixteca, incluida la misma Monte Albán, donde Alfonso Caso rescató el tesoro de la Tumba 7. La existencia de obras de influencia mixteca en Los Valles ha sido motivo de especulación por parte de los especialistas. Para algunos, es evidencia del expansionismo mixteco, de modo que los zapotecos de Los Valles habrían sido dominados políticamente por los mixtecos. Sin embargo, es plausible también que las alianzas matrimoniales y políticas entre mixtecos y zapotecos hayan favorecido la difusión del arte mixteco en el territorio zapoteca, arte que fue empleado como elemento de prestigio por la élite de las ciudades zapotecas. Además de Monte Albán, otras ciudades de Los Valles que muestran objetos arqueológicos de manufactura o influencia mixteca son Mitla, Lambityeco, Yagul, Cuilapan y Zaachila; ésta última fue la más importante de las urbes zapotecas hasta su conquista por parte de los mexicas en el siglo XV.

Colonización de La Costa

Figurillas sedentes de la Costa de Oaxaca. Esta región fue colonizada por los mixtecos durante el Posclásico temprano mesoamericano y fue el escenario del florecimiento de Yucu Dzaa (Tututepec).
Desde el Preclásico, la costa de Oaxaca estuvo ocupada por pueblos de habla zapotecana. De acuerdo con análisis glotocronológicos, la separación entre el idioma chatino y el resto de las lenguas del grupo zapotecano debió ocurrir alrededor del siglo V a. C.30 En contraste, las variedades costeñas del mixteco parecen haberse separado del resto de las hablas de la Mixteca Alta hacia el siglo X u XI de la era cristiana, de donde se infiere que la presencia de los mixtecos en la costa es relativamente tardía.31 A la luz de estos datos y del análisis de los objetos arqueológicos encontrados en la región, es probable que la identidad lingüística de los habitantes del valle del bajo río Verde durante el Preclásico y el Clásico haya sido zapotecana, desplazados desde el centro de Oaxaca. Si bien las relaciones entre el valle del bajo río Verde y la Mixteca Alta no están completamente descartadas por cuestiones de vecindad geográfica, la presencia de los mixtecos en la región de La Costa es producto de una colonización tardía.
El movimiento masivo de los mixtecos a las poblaciones de La Costa ocasionó un cambio en las relaciones de poder en estas comunidades. Los pueblos zapotecanos, como los chatinos, quedaron bajo el dominio político de las élites mixtecas. Los cacicazgos mixtecos de La Costa poseían, por ello mismo, una población multiétnica como el caso de Tututepec. Si bien esta localidad tuvo ocupación anterior al Posclásico, presenta indicios de un crecimiento demográfico espectacular entre los siglos IX y X, relacionado precisamente con la migración mixteca desde las tierras altas. A partir del siglo XI, Tututepec jugaría un papel fundamental en la historia mixteca, al ser la primera sede de Ocho Venado, señor mixteco que habría de dominar un territorio de más de 40 mil kilómetros cuadrados después de unificar numerosos estados hostiles, ya venciéndolos militarmente, ya estableciendo alianzas políticas con ellos.

Cacicazgo de Ocho Venado

Ocho Venado y Cuatro Jaguar concretan su alianza el día 13 lagarto del año 7 casa, en un ritual en el que ofrecen codonices como ofrenda. Al día siguiente, 1 viento, el sacerdote Ocho Muerte-Ojo de Águila, impone a Ocho venado el bezote de turquesa que lo identifica como tecuhtli, un rango de la nobleza nahua del centro de México. Lámina 52 del Códice Nuttall. Mixteca Alta, ¿siglo XIV?, actualmente en posesión del Museo Británico.
La fragmentación política del pueblo mixteco en la época prehispánica fue una constante que trascendió los siglos. Sin embargo, entre los siglos XI y XII de la era común, numerosos señoríos en las tres Mixtecas forman una unidad bajo el dominio de Ocho Venado-Garra de Jaguar (en mixteco, Iya Naacua Teyusi Ñaña; Tilantongo, 1063-1115). Este personaje es fundamental en la historia posclásica de Mesoamérica, no sólo por el poder que adquirió en la Mixteca, sino por las relaciones que estableció con otros pueblos, especialmente con los nahuatlacas del centro de México.
Ocho Venado nació del segundo matrimonio de Cinco Lagarto-Dzahui Ndicahndíí, sacerdote del Templo del Cielo que se encontraba en Tilantongo (en mixteco, Ñuu Tnoo Huahi Andehui). Se encontraba, por tanto, fuera de la línea sucesoria al trono del señorío de Tilantongo. Gracias al prestigio obtenido en las campañas militares —de acuerdo con el Códice Nuttall, la primera de ellas ocurrió en 1071, cuando Ocho Venado tenía ocho años de edad—, Ocho Venado ocupó en 1083 el trono de Tututepec (mixteco: Yucudzáa), en el valle del bajo río Verde, cerca de la costa del Pacífico. Posteriormente, Ocho Venado selló una alianza con los toltecas, de quienes recibió el rango de tecuhtli en Ñuu Cohyo.34 El día 13 lagarto del año 7 casa (1097), Ocho Venado se entrevistó con Cuatro Jaguar que fue un importante aliado en su ascenso al poder.
La alianza entre Ocho Venado y Cuatro Jaguar ayudó a legitimar la llegada del primero al trono de Tilantongo después de la muerte del señor Dos Lluvia, cacique del lugar. Para evitar las probables reclamaciones de los descendientes de Dos Lluvia, Ocho Venado los eliminó a todos y se convirtió en el único heredero del señorío. De especial importancia fue la conquista de Lugar del Bulto de Xipe, donde radicaba una rama del linaje real de Tilantongo. En Lugar del Bulto de Xipe regía Once Viento-Jaguar Sangriento, casado con Seis Lagartija-Abanico de Jade (media hermana de Ocho Venado) y con Seis Mono-Quexquémitl de Guerra (heredera del trono de Jaltepec).35 El día 12 mono de 11 casa (1101), Ocho Venado derrotó a los defensores de Lugar del Bulto de Xipe. Se desconoce como murieron Seis Mono y Once Viento. Sus hijos Diez Perro-Águila de Tabaco Ardiendo y Seis Casa-Sarta de Pedernales fueron sacrificados, el primero mediante sacrificio gladiatorio y el segundo mediante flechamiento ritual. De este modo, Ocho Venado sumó los importantes señoríos de Jaltepec y Lugar del Bulto de Xipe a los territorios bajo su dominio.
Durante su reinado en Tilantongo, Ocho Venado logró conquistar alrededor de cien señoríos mixtecos. Además, estableció una importante red de alianzas por medio de sus matrimonios. Entre otras, fueron esposas suyas las señoras Trece Serpiente-Serpiente de Flores, hija del primer matrimonio del Once Viento del Lugar del Bulto de Xipe (año 13 caña, 1103); Seis Águila-Jaguar Telaraña y Diez Zopilote-Quexquémitl de Conchas. Su primer hijo nació en el año 6 casa (1109) de su matrimonio con Seis Águila y fue heredero al trono de Tilantongo. Ocho Venado murió sacrificado en 1115, después de ser derrotado por una coalición de señores rebeldes que se hallaban bajo su dominio. La alianza rebelde era encabezada por Cuatro Viento, el único hijo de Once Viento y Seis Mono que se había librado de la muerte después de la caída de Lugar de Bulto de Xipe. Los restos de Ocho Venado probablemente fueron depositados en la gruta real de Chalcatongo. A su muerte, el reino mixteco se disolvió en numerosos estados, lo que puso fin al único período de unidad política en la historia prehispánica de la región.

Conquista mexica

A la muerte de Ocho Venado, sus hijos heredaron algunos de los más importantes señoríos que formaban parte del reino bajo el dominio de Tilantongo. En otras ciudades de la Mixteca, las antiguas élites locales recobraron su poder. El restablecimiento del antiguo sistema de organización política en pequeños estados implicó el renacimiento de los conflictos entre algunos de ellos o el establecimiento de alianzas o confederaciones. Por esta época, la Mixteca —y en especial la Mixteca Alta— era una de las regiones más prósperas de Mesoamérica. Exportaba artículos de gran lujo a otras regiones, como la cerámica policroma, arte plumario, orfebrería, tallas en cristal de roca, hueso y madera; así como bienes de subsistencia propios de las regiones tropicales y las zonas de clima templado.37
La Mixteca se encuentra estratégicamente entre la parte central de México y el sureste Mesoamericano, por lo que en la época de expansionismo de la Triple Alianza formada por México-Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan —confederación llamada Excan Tlatoloyan—, rápidamente despertó los intereses de los mexicas y sus aliados de la cuenca del lago de Texcoco. Hacia la segunda mitad del siglo XV, una gran parte de la Mixteca estaba bajo el poder político, así como militar de Tenochtitlan. Algunas de las ciudades más importantes de la región fueron convertidas en centros concentradores del tributo exigido por los conquistadores, entre ellos Coixtlahuaca, que hasta antes de la conquista mexica se había convertido en una de las mayores urbes de Mesoamérica. El avance de los mexicas en la Mixteca Alta les permitió dominar también los Valles Centrales de Oaxaca, en su afán por asegurar su predominio en las rutas comerciales entre el altiplano mexicano y la costa del Pacífico de Guatemala y Chiapas. Los mexicas intentaron conquistar también la costa mixteca y el istmo de Tehuantepec, pero fueron derrotados por una alianza entre los zapotecos y mixtecos tanto en sus campañas contra Tututepec —que por la época dominaba un territorio de aproximadamente 25 mil kilómetros cuadrados en la Costa Chica de Oaxaca— como en las realizadas en el istmo. De especial importancia resultó la victoria mixteco-zapoteca en Guiengola, una fortaleza donde los mexicas fueron definitivamente derrotados por los defensores del istmo de Tehuantepec.

Conquista española

La llegada de los españoles a la costa de Veracruz provocó diversos tipos de reacciones. Varios pueblos vieron en los españoles la oportunidad de liberación, entre ellos, los zempoaltecas y los tlaxcaltecas. Tras la caída de México-Tenochtitlan en 1521, los españoles y sus aliados indígenas concentraron sus ataques hacia otros pueblos tales como los mixtecos. Pero a diferencia de lo que sucedió en la parte central de México; la mayor parte de los mixtecos establecieron convenios con los españoles, dando lugar a un proceso de mutua adaptación cultural que a su vez permitió que los mixtecas conservaran varias de sus tradiciones y costumbres, tales como su lengua, prácticas comerciales, métodos agrícolas, etcétera. Sólo algunas partes en la Mixteca se resistieron militarmente a la conquista de los españoles como en el caso de Tututepec.

Cronología comparada


Sociedad

Sistema de parentesco

De acuerdo con los datos disponibles, Ronald Spores y Kent Flannery han afirmado que en el Posclásico, los mixtecos tenían un sistema de parentesco de tipo hawaiano. Esto significa que se trataba de un sistema bilateral que permitía, entre otras cosas, que las personas tuvieran derechos de sucesión sobre los bienes y títulos de sus dos progenitores, así como la participación de la mujer en las altas esferas de poder, como muestran las 951 mujeres nobles registradas en los códices mixtecos precolombinos.En un sistema de parentesco hawaiano, una persona designa con el mismo término a su padre y a todos sus tíos varones. De la misma manera, emplea el mismo término para referirse a su madre y a todas sus tías. Como consecuencia de esto, sus hermanos y los hijos de sus tíos son designados con la misma palabra.

Clases sociales

Para los mixtecos la turquesa era un material precioso, destinado al uso de la élite y relacionado con el Sol. Disco de turquesa del período Posclásico.
Durante la época prehispánica, la sociedad mixteca se caracterizó por su alta jerarquización. Sin embargo, las diferencias no aparecieron espontáneamente. El proceso de estratificación fue paralelo al desarrollo de la sociedad mixteca. Los estratos de la sociedad mixteca tienen su origen en la sedentarización de este pueblo y fueron influidos por los procesos políticos, históricos, económicos y culturales que ocurrieron en la Mixteca desde el siglo XVI a. C. En su inicio, las poblaciones mixtecas contaban con una incipiente estratificación. Los restos de las poblaciones del Preclásico Tardío y Medio no presentan grandes diferencias cuando se comparan unas viviendas con otras, y el uso de las construcciones de estos asentamientos no parece ser demasiado especializado. Los bienes de los que disponían los mixtecos en aquellos siglos parecen haber sido limitados, y no hay evidencia que permita distinguir claramente las zonas habitables de la élite con respecto al resto de la población, aunque sí es posible admitir la existencia de una gradación en los niveles de bienestar entre los habitantes de una misma localidad.
La transición al Clásico marca el desarrollo de la vida urbana plena en esta región y en la mayoría del territorio mesoamericano. La consolidación de las organizaciones estatales en la Mixteca implicó un proceso de mayor diferenciación que tendió a legitimarse por medio del uso de la ideología y de las alianzas a nivel de la élite con el propósito de reproducir las desigualdades entre los estratos de la sociedad. El surgimiento del estilo ñuiñe en la Mixteca Baja —la zona más próspera de la Mixteca en el Clásico— es una muestra de la voluntad de los grupos gobernantes de hacer patentes las diferencias entre ellos y el resto del pueblo.Las crónicas españolas coloniales hablan de numerosos estratos de la sociedad mixteca, sin embargo, todos ellos pueden ser reducidos a los siguientes grandes grupos:
  • yya es el título que recibía el señor de cada cacicazgo mixteco;
  • dzayya yya era el grupo constituido por la nobleza mixteca, formaban una misma categoría con el rey;
  • tay ñuu, la gente libre;
  • tay situndayu, terrazgueros;
  • tay sinoquachi y dahasaha, sirvientes y esclavos respectivamente.
En general, no había demasiadas posibilidades de ascender de categoría en la escala social. Los matrimonios entre los dzayya yya implicaban que este grupo conservaría siempre su posición privilegiada y la heredaría a su descendencia. Los nobles de distintos pueblos mixtecos practicaban la endogamia, lo que además generó una complicada red de alianzas a nivel de la élite que servía como medio de reproducción de la desigualdad social así como para mantener el orden en la región. La gente libre, los tay ñuu, eran dueños de sí mismos y del producto de su trabajo en la tierra, cuya propiedad era comunal. Los terrazgueros, por su parte, eran personas que, a causa de la guerra, habían perdido la potestad sobre el producto de su trabajo y debían pagar tributo a los nobles. Los últimos grupos en la escala social de los mixtecos poseían menos derechos que los otros y sus vidas podían ser dispuestas por la nobleza para el fin que fuese necesario.

Organización política

En la imagen, el enlace matrimonial de Ocho Venado-Garra de Jaguar y Once Serpiente-Serpiente de Flores. Se trata del primer matrimonio del yyá de Yucu Dzáa. A través de este matrimonio se estableció un yuhuitayu que integró a Yucu Dzáa y Lugar del Bulto de Xipe en una alianza política. Este acontecimiento, aunado al exterminio de los herederos al trono de Ñuu Tnoo, permitió a Ocho Venado afirmarse como señor de este último sitio, el más poderoso ñuu de la Mixteca Alta en su tiempo.
Como se ha dicho, una de las características más acentuadas del sistema político de los mixtecos precolombinos es la fragmentación en numerosos estados que dominaban pequeños territorios y en varias ocasiones se encontraban en conflicto entre sí. Desde el Preclásico Medio aparece una estructura jerárquica entre las poblaciones que formaban parte de un mismo Estado. El lugar que cada comunidad ocupaba en esta estructura se manifiesta en el número de construcciones monumentales que cada una de ellas poseía. Por otra parte, el poder de cada pequeña urbe o pueblo no era estático, sino que se encontraba en juego constante ante la competencia entre los diferentes centros de población. De este modo, puede entenderse que en la transición del Preclásico al Clásico algunas poblaciones cedieran su posición de privilegio a otras, tal como ocurrió con Yucuita, reemplazada por Yucuñudahui.
Los ñuu (mixteco: pueblo, comunidad) eran la unidad primaria de las relaciones políticas entre los mixtecos del posclásico. Un ñuu podía ser o no la cabecera de un Estado. La vida política de los Estados mixtecos se desenvolvía en una red conocida como yuhuitayu (el asiento, el petate). Esta unidad política consistía en la unión dinástica de dos linajes locales a través del matrimonio de un yya toniñe (noble señor) y una yya dzehe toniñe (noble señora). Las élites gobernantes recurrían a numerosas estrategias con el propósito de mantener su poder. Una de ellas era el establecimiento de alianzas de élite. Las alianzas se solían sellar mediante el matrimonio entre los miembros de los linajes nobles, lo que con frecuencia implicaba casamientos incestuosos. El establecimiento de afinidades de parentesco solía realizarse con el propósito de relacionarse con los linajes más prestigiosos de la nación mixteca e, incluso, con la nobleza extranjera, como muestran los recurrentes casamientos entre miembros de la realeza mixteca y zapoteca a lo largo de los más de veinte siglos de historia prehispánica de estos pueblos.

Actividades económicas

Alimentación

Como el resto de los pueblos de la Mesoamérica precolombina, la subsistencia de los mixtecos estaba basada en la agricultura. Las condiciones ecológicas y topográficas del territorio de este pueblo condicionaron el desarrollo de ciertos cultivos adaptados a la diversidad de ambientes en la Mixteca. Desde luego, el más importante de los cultivos de este pueblo fue el maíz, al que estaban asociados otros cultivos de vital importancia en la dieta de los mesoamericanos. Entre ellos hay que señalar diversas variedades de frijol, chile y calabaza.En los lugares donde el clima lo permitía, existían cultivos de especies de uso no necesariamente alimentario. Entre ellos, cabe destacar el algodón —adaptado a los climas semitropicales de la Mixteca Baja, la Cañada de Cuicatlán y la Costa de Oaxaca—, y el cacao, propio de las zonas con mayor humedad.
Uno de los grandes problemas que afrontaron los mixtecos en épocas precolombinas es el abrupto relieve de la Mixteca y la escasez de agua en la región. La agricultura ofrecía mejores rendimientos en los valles intermontanos de la Mixteca Alta, por lo menos en comparación con la Mixteca Baja, de clima más cálido y seco, y la Mixteca de la Costa. Se han encontrado indicios de terrazas artificiales en las laderas de las montañas que rodean valles como el de Tlaxiaco. Las terrazas tenían como propósito ampliar la escasa superficie cultivable mediante el aplanamiento intencional de las pendientes; así como el mejor aprovechamiento del agua disponible. Por otra parte, en las zonas más secas se desarrollaron cultivos alternativos, como el del pitayo.44
La accidentada geografía de La Mixteca obligó a sus habitantes a desarrollar un conjunto de tecnologías que permitieran una agricultura redituable. En las laderas de la sierra Mixteca construyeron terrazas llamadas coo yuu (lama-bordo). Para ello se valieron de diques de mampostería que permitían conservar el suelo deslavado de los taludes de la montaña. De acuerdo con los campesinos modernos del valle de Nochixtlán, el uso de las terrazas mixtecas permite al cabo de 3 ó 4 años la formación de una plataforma que produce buenas cosechas de maíz. Las coo yuu requerían mantenimiento, pues la erosión y el uso agrícola de las terrazas provocaban el desgaste del suelo nutritivo. Para estas labores, en la Mixteca Alta se empleaba caliche obtenida de minas en la región.45 Los mixtecos antiguos empleaban el sistema de tumba-roza-quema para ganar terrenos de cultivos. Es decir, desmontaban la vegetación original de las laderas de los montes y procedían a quemarla para emplear los restos vegetales como abono de sus cultivos. Ello ocasionó una grave deforestación que afectó a gran parte del territorio mixteco, considerado como uno de los más erosionados en la República Mexicana.

Actividades complementarias

Nopales infectados con cochinilla. El cultivo de la cochinilla fue de vital importancia económica para los antiguos mixtecos y otros pueblos del área oaxaqueña. Aunque diezmado por la aparición de los colorantes químicos, su empleo continúa hasta la actualidad.
En Mesoamérica se domesticó un número muy reducido de especies animales. El guajolote (Meleagris gallopavo) y el xoloitzcuintle son dos de ellos, y su presencia está probada en todos los rumbos de Mesoamérica. Ambos constituían una fuente de carne que se consumía en pequeña escala en las sociedades indígenas. En la Mixteca, adicionalmente, se desarrolló la crianza de la cochinilla, un parásito aprovechado por la industria textil. La especie es un parásito del nopal. Aún se cría en los climas templados de la Mixteca Alta y otras partes del norte y centro de Oaxaca. De él se obtiene un colorante llamado carmín o grana cochinilla, apreciado por su intenso color rojo. El cultivo de la cochinilla perduró como una de las principales actividades de la región hasta el siglo XIX, cuando el descubrimiento de los colorantes sintéticos lo desplazó.
La base de la economía de todos los pueblos mesoamericanos era la agricultura. Los mixtecos, como el resto de los pueblos mesoamericanos, recurrieron a la cacería, la recolección y la pesca para complementar su dieta y cubrir otras necesidades. Una de las ventajas que presentaba el territorio de los mixtecos era su gran diversidad de microclimas, por lo que muchos de los señoríos que se desarrollaron en el área prácticamente eran autosuficientes en materia de subsistencia.
Los habitantes de la Mixteca se incorporaron en la amplia red de intercambio comercial mesoamericana. Además de los frutos del trabajo agrícola y la cochinilla, los mixtecos comerciaban con materias preciosas y manufacturas. Desde fechas muy tempranas, se integraron como productores de minerales, entre ellos la magnetita. Se ha probado que durante el Preclásico Medio (ss. XII-V aC), la cerámica Rojo sobre Bayo de Tayata (Mixteca Alta) era producto de comercio con los olmecas de la costa del golfo de México.

3 comentarios:

  1. Excelente Blog, información muy variada, bien estructurado, solo una recomendación deberías agregar un poco mas de imágenes para hacerlo mas bonito. Saludos!

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  2. me gusta demaciado tu blog,tiene demaciada informacion buena.

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